viernes, 21 de diciembre de 2007

Pienso, luego...? (fucking amor)

Recién hablaba con Facu por el GTalk acerca de pensar. De que pensamos tooooodo el tiempo. No podemos parar, es un vicio. Te pasa algo y pensás. Es así, al menos para mí. Encuentro materia prima para pensar en absolutamente todo. Si voy en el subte y veo una señora mayor, le miro la mano izquierda. Si tiene dos anillos de casada es viuda. Me pregunto cómo habrá muerto el marido. Si se amaron. Si tuvieron hijos, cuántos. Cómo se llevará con ellos. Si estará operada de algo. Si sus padres eran italianos, gallegos, polacos. Y cómo habrán llegado a la Argentina. Y por qué justo la Argentina. Y si es jubilada, si trabajó. A lo mejor fue maestra. A lo mejor militaba en el movimiento de mujeres peronista. Quizás. Quizás nada de esto.

Creo que entendieron la idea. Pienso. Pienso todo el tiempo. Caminando por la calle, antes de dormirme, en el bondi, en la facultad, en el laburo, en los recitales. En el ñoba, mientras cocino, cuando voy en el ascensor. En las fiestas, los funerales, los aniversarios, las despedidas y los reencuentros. Siempre.

Y pienso mucho en lo que hago, y en lo que pienso. Cuando tengo que decidir algo, trato de elegir muy bien el criterio. Cómo afecta a los demás, cómo me afecta a mí; si tengo la guita para hacerlo, si tengo los ovarios, si quiero, si REALMENTE quiero. Intento que no se me escape nada. No soy tan soberbia como para creer que lo logro, pero lo intento. Pongo energía ahí.

No quiere decir que no me divierto por pensar. Incluso, diría que el pensar para mí es un divertimento. Si no pienso, me aburro, no tengo nada que hacer. Y si tengo algo que hacer, lo acompaño con la reflexión. Es como la mayonesa del sandwich de milanesa. Porque todos sabemos que un sánguche de milanga sin mayo no es un verdadero sánguche de milanga.


Y sin embargo, hay dos momentos que no pienso.

Uno de ellos es cuando estoy enamorada. Cuando estoy locamente enamorada. Y él también, por supuesto. El amor no se puede vivir solo. El amor es compartido. Después hablaré del amor no correspondido, pero por ahora, concentrémonos en el amor compartido. Ese que es dos, no uno más uno. El amor en el que te abandonás, porque no pensás, sino que sabés. Sabés el amor, sabés el vínculo, y entonces ni te gastás en pensar, en nada. Vivís en ese amor tan lindo que te acompaña a todas partes. Seguís con tu vida, con tus proyectos individuales y colectivos, acompañada por tu amor. El amor de acompañarse, ése es mi ideal de amor.

Creo que por eso quiero enamorarme otra vez. Para no tener que pensar en el amor. Vivirlo y ya. Disfrutarlo, saborearlo como una buena birra helada en una pileta, o como un hombro desnudo cubierto de sudor.

De los desengaños suelen venir rencores. De mis desengaños devienen algunas tristezas y muchas reflexiones. En otra época estuve peleada con Cupido. Quise hacerme la desentendida. Si había perdido mi número el puto angelito ese con flechitas de mierda, que se jodiera. Él se lo perdía. Pero en el fondo sé que soy suya. Sé que soy una puta romántica (sí, creo que eso me define bien... una puta romántica). Y si no me resigno, si no puedo abandonar el amor como abandono los amores, es porque aún guardo la esperanza de que podré encontrar a alguien con quien nos acompañemos, y nos amemos. Para poder dejar, de una buena vez y para siempre, de pensar en eso.








(el otro momento en que no pienso es cuando sueño)

Una buena mentirosa

Hace años que me jacto de ser buena mentirosa. Difícilmente mienta, pero si lo hago, pienso absolutamente todo: el tiempo y el lugar, la compañía, la duración. Mis mentiras suelen ser inexpugnables. Tienen todo el sentido. Se sustentan en hechos verificables, aunque falsos. Mis mentiras, lo digo orgullosa, no tienen fisuras. Las sostengo hasta el final.

Creo que es un poco culpa de mi madre. Cuando era chica, me pedía que le mintiera a mi papá si nos habíamos quedado dormidas y no había ido a la escuela. Al día siguiente, cuando mi papá me preguntaba cómo me había ido, mi mamá me enseñó que tenía que decirle "Bien, bien". Nada más. De mi mamá aprendí a mentirle a los hombres.

Mi mamá también me enseñó a esconder la verdad. No a mentir, sino a no decir la verdad. No decir nada. Con el tiempo entendí lo valioso que es mantener la boca cerrada. El proverbio "Uno es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio" es una gran verdad para mí. Aunque muchas veces no puedo aplicarla. Tengo que aprender a coserme los labios más a menudo, pero voy progresando.

Vale aclarar que no soy mentirosa. No miento mucho. Más bien poco. Suelo mentir cuando hago algo de lo que no estoy orgullosa, sino más bien avergonzada. La única forma de avergonzarme es cuando falto a una responsabilidad (sí, la única: puedo bailar borracha sobre una barra en un boliche que me chupa bien el coño). Si tengo que dar explicaciones (porque en eso de que las explicaciones no se las debés a nadie no estoy de acuerdo; las responsabilidades vienen con compromisos, y los compromisos, si se les falta, merecen una explicación). Decía, si falté a un compromiso, si no cumplí con mis responsabilidad, me avergüenzo. Y es entonces cuando miento. Nada más.

Por suerte estoy aprendiendo a cumplir mis responsabilidades, y cada vez tengo menos necesidad de mentir. Aunque también, cada vez tengo más responsabilidades. Qué problema, ¿no?

Pero el otro día, por primera vez, me pescaron. Por PRIMERA VEZ. Mentí, aunque esta vez fue una mentirita blanca. Y me descubrieron. "Decime la verdad: ¿no fue así, no?..." . Dudé. Reconocerlo o no reconocerlo. Total, ¿qué podía pasar? No había nada más que mi palabra que certificara o refutara mi mentira. No tenía forma de averiguarlo por otro lado. Y sin embargo, dije la verdad. "No, no fue así", admití.

Fue raro; aunque se sintió bien. Se sintió bien no tener necesidad de mentir. Ni mi orgullo se sintió afectado. Así es como quiero vivir. Sin mentiras. Sin vergüenza.

A pesar de ser buena mentirosa, y de siempre salirme con la mía, no me gusta mentir. No quiero mentir más. Quiero cumplir, no tener necesidad de mentir. Esa es la mujer que quiero ser: una mujer en la que se puede confiar (más que ahora), y para quien la mentira no sea una herramienta de escape, sino un viejo vicio de la juventud. Vivir en la verdad, en el compromiso con otros y otras; vivir haciendo de mí una mujer de confianza y feliz. Porque mentir nunca me ha hecho feliz, aunque sí me ha hecho zafar.

Para mí, vivir en la verdad es hacerse cargo. Es encarar las cosas de frente. Es asumir las responsabilidades que yo misma decidí asumir. Y las responsabilidades son a la vida lo que la técnica a los artistas: al principio parece que nos limita, pero después nos damos cuenta que sólo dominando la técnica podemos pintar lo que se nos cante el culo, o tocar el piano con los dedos de los pies. Sólo dominando la técnica (y no ella a nosotros, como pensamos al principio) tenemos libertad de acción.


Vivir en la verdad es vivir en libertad.
Hacia allá me dirijo.

¿Me encontraré con alguien en el camino?...


Ojalá.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Seis años


19 y 20 / 12 / 2001

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19 y 20 / 12 / 2007


EL DESCANSO DEL GUERRERO - Roque Dalton

Los muertos están cada día más indóciles.

Antes era fácil con ellos:
les dábamos un cuello duro una flor
loábamos sus nombres en una larga lista:
que los recintos de la patria
que las sombras notables
que el mármol monstruoso.

El cadáver firmaba en pos de la memoria:
iba de nuevo a filas
y marchaba al compás de nuestra vieja música.

Pero qué va
los muertos
son otros desde entonces.

Hoy se ponen irónicos
preguntan.

Me parece que caen en la cuenta
de ser cada vez más la mayoría.







Los compañeros y compañeras asesinad@s el 19 y 20 de diciembre

Durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, 38 personas fueron asesinadas por las fuerzas represivas, que respondieron a las órdenes de un Estado criminal. Ell@s son:


- ACOSTA, Graciela, 35 años. Militante de DDHH. Estaba con una amiga buscando a sus hijos. Se acercó a un supermercado frente al que unas mil personas reclamaban comida. Recibió dos impactos de bala, disparados rodilla en tierra por un policía al que su amiga vio perfectamente. Provincia: Santa Fe

- ALMIRÓN, Carlos "Petete", 24 años Petete era militante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y de la Coord. de Desocupados 29 de Mayo. Recibió un disparo de la policía en el pecho en Av. 9 de Julio y Av. de Mayo cuando encabezaba una columna de manifestantes que intentaba volver a la Plaza de Mayo.

- ALVAREZ Villalba, Ricardo, 23 años Asesinado en Rosario, Santa Fe.

- ARAPI, Ramón Alberto, 22 años Estaba con amigos tomando tereré en el Barrio Nuevo de Corrientes. Entró al barrio una camioneta Ford F-100 bordó sin leyendas identificatorias y sin patente, con cinco hombres, cuatro con el uniforme de combate azul-celeste de la policía de Corrientes. Arapi trató de esconderse, pero dos de los policías lo corrieron y alcanzaron. Uno lo golpeó y le pegó un tiro que entró por el pecho y salió por la espalda.

- AREDES, Rubén, 24 años Fue asesinado por la Policía federal mientras participaba en un corte de calles en Ciudad Oculta, Ciudad de Buenos Aires. Recibió cuatro balas de plomo por la espalda.

- AVACA, Elvira, 46 años Recibió un escopetazo frente a un supermercado frente al que pasaba con su hija en Cipolletti, Río Negro. Recibió el disparo en la zona lumbar. El calibre de la bala es policial.

- AVILA, Diego, 24 años Asesinado en Villa Fiorito, Buenos Aires.

- BENEDETTO, Gustavo Ariel, 30 años Se encontraba en la esquina entre la Avenida de Mayo y Chacabuco, Ciudad de Bs. As., donde se estaba llevando a cabo una manifestación. Recibió un balazo en la cabeza que le provocó la muerte, disparado desde el interior del Banco HSBC, donde prestaba servicios como custodio privado el ex militar Varando, represor de La Tablada.

- CAMPOS, Walter, 17 años Estaba esperando cajas de comida junto a cientos de personas frente a un supermercado en Rosario (Sta Fe), cuando un tirador de elite de las TOE (Tropas de Operaciones Especiales) le disparó a la cabeza.

- CÁRDENAS, Jorge, 52 años Fue herido la noche del 19 en las escalinatas del Congreso de la Nación, y falleció varios meses después.

- DELGADO, Juan, 28 años Estaba con otras personas reclamando alimentos frente a un supermercado en Rosario, Santa Fe. Llegó un camión que aparentaba traer comida. Cuando los manifestantes se agolparon alrededor, de atrás aparecieron seis móviles policiales que dispararon contra la gente. Delgado fue herido con balas de goma cuando huía de la represión. Un policía lo tumbó de un cachiporrazo en las piernas, lo apuntó con su itaka, pero se había quedado sin carga, por lo que sacó la pistola y le disparó a menos de un metro de distancia.

- ENRIQUEZ, Víctor Ariel, 21 años Asesinado en Almirante Brown, Buenos Aires.

- FERNÁNDEZ, Luis Alberto, 27 años Vendía sandías frente a un supermercado en la provincia de Tucumán. Durante la represión a manifestantes, un gendarme le disparó a poca distancia en la cabeza. Murió dos días después.

- FERREIRA, Sergio Miguel, 20 años Baleado durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre de 2001. Murió un año después a raíz de una complicación hepática desencadenada por el balazo en el hígado recibido cuando la policía cordobesa reprimió duramente un saqueo a un supermercado del barrio Villa El Libertador.

- FLORES, Julio Hernán, 15 años Asesinado en Merlo, Buenos Aires.

- GARCÍA, Yanina, 18 años Recibió un disparo en el abdomen cuando, desesperada por los ruidos de las balas, salió a la vereda a buscar a su pequeña hija. En Rosario, Santa Fe

- GRAMAJO, Roberto Agustín, 19 años Un grupo de jóvenes estaba siendo perseguido por la Policía, que les disparaba balas de goma, en Alte. Brown, Buenos Aires. A la corrida se tuvieron que sumar todos los que estaban en la calle, ya que la Policía disparaba a mansalva. Un vecino pudo observar que en una obra en construcción que está ubicada en diagonal a su ventana había dos policías escondidos en las columnas. Uno de los policías disparó con balas de goma para lograr la retirada de los jóvenes, mientras que el otro policía se quedó escondido en la tercera columna de la obra en construcción y sacó el arma reglamentaria y efectuó tres o cuatro disparos. Uno de los disparos atravesó la cabeza de Roberto, que iba de su casa a la de su tío.

- GUÍAS, Pablo Marcelo, 23 años Asesinado en San Francisco Solano, Buenos Aires

- ITURAIN, Romina, 15 años Asesinada durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre, mientras estaba en su casa, adonde ingresó una bala policial disparada contra quienes protestaban frente a un supermercado en Paraná, Entre Ríos.

- LAMAGNA, Diego, 26 años Murió después de haber sido herido en el pecho con un perdigón de plomo. Según testigos, le dispararon policías de civil desde un auto particular en la Ciudad de Buenos Aires.

- LEGEMBRE, Cristian, 20 años Asesinado en Castelar, Buenos Aires

- LEPRATTI, Claudio "Pocho", 35 años Militante comunitario. Estaba en la terraza de la escuela en la que colaboraba (era profesor de filosofía, y ayudaba como cocinero) cuando el móvil n° 2270 del Comando de Arroyo Seco se dirigía a reprimir un corte de calles de los vecinos del barrio. Los policías detuvieron el móvil y empezaron a disparar. Pocho gritaba que no lo hicieran porque había muchos chicos. Velásquez, el efectivo condenado a 14 años de prisión, dijo en la reconstrucción que disparó sin apuntar y que no sabía si tenía balas de goma o de plomo. El proyectil que lo mató ingresó por la garganta. Fue en Rosario, Santa Fe.

- MÁRQUEZ, Alberto, 57 años Durante la manifestación en la Ciudad de Buenos Aires, de una camioneta salieron civiles y uniformados que empezaron a disparar indiscriminadamente. Alberto Márquez recibió dos balazos en el tórax a consecuencia de los cuales murió. Uno de los autores es el comisario Oliverio, jefe de asuntos internos de la PFA, quien está detenido.

- MORENO, David Ernesto, 13 años Salió corriendo cuando la policía empezó a disparar contra los vecinos que se agolpaban frente a un supermercado en la provincia de Córdoba. La autopsia determinó que David fue herido con cinco proyectiles, algunos de goma y otros de plomo. De la nuca le extrajeron una posta de plomo que pertenecería a un cartucho disparado por una escopeta calibre 12/70 de la Policía. Los impactos en su cuerpo y en los de los otros heridos fueron por la espalda, por lo que se descarta que hayan sido lesionados por otras armas que las que disparaban los uniformados.

- PACINI, Miguel, 15 años Asesinado durante en la provincia de Sta Fe, recibió varios disparos en el cuello.

- PANIAGUA, Rosa Eloísa, 13 años Había ido con su familia a buscar comida en un supermercado en Paraná, Entre Ríos, porque el comisario del barrio había hecho correr la voz de que entregarían mercadería. Al llegar los esperaban policías y gendarmes. La bala entró por la parte superior de la cabeza y salió por la boca.

- PEDERNERA, Sergio, 16 años Baleado durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre en la provincia de Córdoba. El menor se encontraba en la calle buscando comida para su familia en el marco de los reclamos masivos que se realizaron en supermercados, cuando recibió una bala policial en el tórax que le produjo una paraplejia. Un año después falleció en el hospital.

- PEREYRA, Rubén, 20 años Baleado por la policía cuando regresaba a su casilla llevando al hombro una caja con alimentos entregados en un supermercado. En Rosario, Sta Fe

- RAMÍREZ, Damián Vicente, 14 años Asesinado de un balazo en el cuello en la esquina de Maciel y Cristianía, Gregorio de Laferrere, Buenos Aires.

- RIOS, Sandra Asesinada durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre. Sin datos.

- RIVA, Gastón Marcelo, 30 años Circulaba en moto por la Avenida de Mayo en la Ciudad de Buenos Aires, cuando recibió un disparo en el pecho proveniente de alguna de las armas de un grupo de cuatro policías que estaban disparando.

- RODRÍGUEZ, José Daniel Asesinado en Paraná, Entre Ríos.

- ROSALES, Mariela, 28 años Asesinada en Lomas de Zamora, Buenos Aires.

- SALAS, Ariel Maximiliano, 30 años Asesinado en la esquina de Maciel y Cristianía, Gregorio de Laferrere, Buenos Aires.

- SPINELLI, Carlos Manuel, 25 años Fusilado desde un Gol blanco durante la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre. Sucedió en Pablo Nogués, Buenos Aires.

- TORRES, Juan Alberto, 21 años Sufrió una herida de arma de fuego en la zona abdominal. En Corrientes.

- VEGA, José, 19 años Asesinado en Moreno, Buenos Aires.

- VILLALBA, Ricardo, 16 años En Rosario, Sta Fe, recibió un tiro en un ojo cuando vecinos manifestaban pidiendo alimentos frente a un autoservicio. Murió el 23 de diciembre.

POR ESTOS MUERTOS
NUESTROS MUERTOS
¡PIDO CASTIGO!
(Pablo Neruda)

No olvidamos. No perdonamos. No nos reconciliamos.
¡Asesinado! ¡Para siempre presentes!