sábado, 19 de enero de 2008

Toda la sal del mar

Ayer escribí esto en sueños:


De repente, volvió a pasarle. Eso que le pasa todo el tiempo, de dividirse en dos: una es la que vive y la otra, la que analiza, toma notas, saca conclusiones y elige criterios. Una que siente y hace, y la otra que observa y escribe.

La que observaba lo notó, por lo que ella entera lo supo. Era como si de repente todo el peso de su recuerdo le hubiera caído sobre la memoria. Todo lo que no lo había pensado llenó de agua de mar el colectivo y ella estaba sumergida, respirando sal.

Era como si tuviera tatuado su nombre en el interior de sus párpados, y ni siquiera cerrando los ojos pudiera dejar de leerlo. Como si toda la sal del mar se hubiera condensado en una sola gota de realidad. Ésta le pareció dura, impenetrable e indiferente. Mientras veía pasar las calles a través de la ventana del colectivo, siguió recordando, como si se clavara el corazón con alfileres.

La observadora estaba indignada. Algunas viejas escenas sí eran entrañables. Pero no la mayoría. La mayoría eran humillantes y dolorosas. La observadora sintió bronca e impotencia, por no poder separarse de sí misma. Porque ella también reconocía ese amor roto, tan alimentado por fantasías. Sabía que las fantasías eran su culpa, no de la otra. Pero ambas eran una y esa una estaba enamorada por su culpa.

Ese amor de dagas y orgasmos, y de péndulo y deseo. Ese amor que ninguna quería sentir, un amor avergonzante y solitario. Pensó en todas las mujeres que ella despreciaba por sus noviazgos enfermos, y se sonrojó. Ella no era mejor. Era igual. Esa noche había tropezado con la piedra de su memoria y le había dolido la piel cada vez que se mencionaba su nombre. Y ahora el colectivo agarraba Luis María Campos y ella seguí inundada.

Ella sabía que había perseguido al amor todo el año. Y que Deseo le había retrucado. No se jode con este Eterno, así como no se jode con ninguno. Vaya a saberse por qué. Pero Deseo le había condenado a enamorarse de él, por molesta. Por impaciente. Por ansiosa.

¿Cómo es posible desenamorarse?, pensó la obervadora. Tiene que haber una forma. Y buscó en las páginas más viejas de su libretita. Encontró dos corazones rotos años atrás, y desesperó. No tenía la respuesta.

Finalmente se bajó del colectivo.
Era como si toda la sal del mar se hubiera condensado en sus ojos.

8 comentarios:

Faco dijo...

Ritsuko y Magi se comen los mocos, así, mal.

¿Cómo se hace? Con otro bondi y seguir caminando...

Anónimo dijo...

El otro dia me pasaba algo similar.

Dicen que las heridas las cura el tiempo, pero a veces no es tan así, recordar un nombre "especial" a veces duele, por mas tiempo que halla pasado.
El fantasma de lo que no pudo ser es dificil de espantar, pero es el costo de algo tan placentero como el amor!
Hasta acá llegué, lindas cosas escribis te dejan pensando ;)
Saludos

Claire Stanford dijo...

Mujer, que buen post, lo suyo es envidiable, gracias por pasar y por sus comentarios.
Con respecto al post, a mi me pasa seguido y concuerdo con lo que dijo nicolas.
Segui asi! Nos leemos, clari.
Pd: a pedido suyo publique, a ver si me lo cierran y se ucmple lo que me has dicho jajaja

Pelos Lokos dijo...

mi querida amiga

"Vaya a saberse por qué. Pero Deseo le había condenado a enamorarse de él, por molesta. Por impaciente. Por ansiosa."

eso es por perserguirlo

el amor lo encuentra a uno y no uno al amor....

todos Poseemos a deseo
pero deseo es mas fuerte que amor...

vamos confiemos en sabiduria
que siempre viene de la mano de experiencia

y suelen traer a felicidad con ellos !!!

TE QUIERO MUCHO !!!

Ana Ortiz dijo...

Primera vez en este blog.
Yo también me sentí así en una época x un compa del laburo, pero hoy estamos juntando para casarnos, vueltas de la vida!!

Lucía Girón dijo...

Ay, fue hermoso.
Y me está pasando eso justo ahora (por lo visto, no sólo el nombre tenemos en común).
Te espero en mi blog, me agradaría que habláramos.
Te dejo mi dirección: luciag08@gmail.com
Si querés agregame.

Fue un placer,de corazón, haberte leído!

Anónimo dijo...

Mi niña cada vez que te leo no puedo creer porque no hablamos tanto ... si somos tan parecidas, las etapas que transitamos, los pasillos que recorremos, los conocemos y nos conocemos. Ese viaje te hizo observarte, sacar el foco de atención de ti misma hacia ti misma y te puso en perspectiva ^^

Me alegra que no esperes más, porque como te he dicho a uno lo encuentran cuando menos lo espera.

Anónimo dijo...

Muy interesante como una colisión de platinoides al abismo oscuro.